La serie “Glee”: ¿Víctima de una maldición?

La reciente desaparición de la actriz estadounidense Naya Rivera alimenta las creencias que se adhieren a la serie, en particular desde las sucesivas muertes de dos de sus actores.

Naya Rivera, actriz de 33 años conocida por su papel en la serie de televisión Glee, ha sido encontrada muerta. Así lo ha confirmado este lunes el sheriff del condado de Ventura, al norte de Los Ángeles, después de cinco días de búsqueda en las aguas del lago Piru. Es el final de una tragedia mientras navegaba por el lago del estado de California con su hijo a bordo de un bote, la actriz estadounidense de 33 años ha estado desaparecida desde el miércoles 8 de julio. 

Las autoridades, aún buscando a este último a quien habíamos visto en “Glee” , creen que se habría ahogado. El alguacil del condado explica que el niño, de solo 4 años, fue encontrado solo en un pequeño bote alrededor de las 4 p.m., tres horas después del inicio del alquiler, por parte de los navegantes. Su madre, que fue a nadar, nunca regresó. Su cartera permanencia en el bote y vehículo todavía está en el estacionamiento.

Conocida por su interpretación de la famosa animadora Santana López en la serie de televisión “Glee”, Naya Rivera se divorció del padre del niño, Ryan Dorsey, en 2018. Y esto, después de haber sido acusado varias veces por ” Violencia doméstica”. La serie en la que jugó se transmitió de 2009 a 2015. Contaba la historia de un grupo alegre de estudiantes de secundaria estadounidenses con diferentes perfiles, reunidos con el único propósito de formar un grupo de coro.

Un rodaje bajo tensión

La desaparición de la actriz causa confusión. Como muchos internautas han señalado en Twitter, el reparto del programa musical de Ryan Murphy (“Pose”, “American Horror Story”) no es su primera noticia. Ya se han hablado de varios casos, antes del de la actriz californiana. “Es peor que los Kennedy”, dice la joven de abajo. “La maldición ‘Glee’ continúa”, agrega un reportero de Allociné. “Parece una película de terror en el ‘Destino final’, entra en pánico a la persona que lo sigue. Están desapareciendo uno tras otro de una manera cada vez más trágica “.

Recientemente, en junio pasado, una de sus heroínas, la actriz afroamericana Samantha Ware, denunció en las redes sociales el acoso racista del que fue víctima en el set de un otra de las principales personalidades de “Glee”, Lea Michele . El intérprete de Rachel, de quien se dice que amenazó con “cagar en su peluca”, está acusado de haberla hecho pasar por un verdadero infierno. Otros actores como Alex Newell y Amber Riley, pero también Dabier Snell, quien lo acusa de “haberle prohibido sentarse con los otros miembros del reparto porque no viene de aquí”, confirman las declaraciones.

Un primer suicidio

Hoy casada y embarazada de su primer hijo, Lea Michele no es desconocida para la prensa de celebridades. En 2013, perdió a su antiguo compañero y compañero en la pantalla, Cory Monteith . El actor canadiense, que interpretó a Finn Hudson en “Glee”, murió de abuso de alcohol y drogas a la edad de 31 años. La serie había decidido, poco después de la muerte, rendirle homenaje de acuerdo con un episodio especial sobre adicción, seguido de una pausa para evitar los peligros de los narcóticos.

Pero luego, unos años más tarde, estalló un nuevo escándalo. Esta vez, apunta a Mark Salling , el tipo llamado Noah Puckerman en el programa. En 2016, fue acusado de posesión de documentos pornográficos con niños, y especialmente niñas. Se descubrieron miles de imágenes en una computadora y una llave USB en su casa.

Una creencia popular

Los fans están en shock. Él, puesto en libertad bajo fianza, se declara culpable. En marzo de 2018, la justicia debía decidir. Se arriesgó de cuatro a siete años de prisión. Excepto que en enero de 2018, fue encontrado muerto. El actor, que tuvo una relación entre 2007 y 2010 con Naya Rivera, se habría ahorcado según TMZ .

Su muerte, como la de Cory Monteith, alimenta los rumores. Sin embargo, este tipo de “maldición” no nació con “Glee”. Como “Mi querida bruja”, muchos de cuyos actores han muerto de cáncer, es una “creencia” que surge a menudo. El ejemplo más conocido sigue siendo el del descenso al infierno de casi todo el elenco de “Arnold y Willy”.