Australia: ya no se puede visitar Uluru, el monolito sagrado

Uluru

Urulu es una formación rocosa situada en Australia, en medio del desierto. El monolito, espacio sagrado para los aborígenes e icono turístico del país oceánico, cierra ahora sus puertas a los visitantes. Sin embargo, Australia tiene muchos otros atractivos y un sinfín de bellezas. Por eso, si has planeado tus próximas vacaciones en este país, podrás ver en todos los casos otros lugares de ensueño.

Antes de empezar tu viaje, acuérdate que: tu pasaporte deberá estar en regla, es aconsejable que contrates un seguro médico, y es imprescindible que tengas la visa de turista para Australia, que se puede solicitar online en sitios como auvisa.org.

¿Cuándo y por qué ha surgido el mito de esta enorme roca?

A finales del siglo XIX, William Gosse contempló por primera vez esta formación rocosa de más 347 metros de altura. El explorador inglés quedó hechizado por los cambios de color que experimentaba a lo largo del día. Al amanecer presentaba un tono ocre que iba modificándose hasta llegar al rojizo de la puesta de sol. Este fenómeno, en principio mágico, se debe en realidad al filtro que forman las partículas en suspensión y la contaminación atmosférica que oculta los tonos cercanos al azul.

La montaña sagrada de los Anangu

Para los Anangu, los aborígenes australianos, Uluru es un espacio sagrado, obra de los seres ancestrales que emergieron para crear especies y formas vivas por toda la tierra. Sus creencias están íntimamente relacionadas con el Tjukurpa o Tiempo del Sueño, una serie de leyendas que cuentan sus orígenes, sus vínculos con la naturaleza y el porvenir del pueblo australiano. Los Anangu lo consideran un santuario, un lugar que veneran desde hace miles de años.

La llegada del turismo

Desde su descubrimiento, Uluru se convirtió en una de las atracciones turísticas más importantes del país australiano. El gobierno se encargó de la gestión del Parque Natural, organizando itinerarios con la comunidad de los aborígenes expertos de la zona. Se alcanzaban más de 400.000 visitas al año, con recomendaciones de no escalar la montaña y prohibiciones expresas de no llevarse cualquier tipo de roca, bajo sanción de multa.

¿Por qué se prohibió escalar Uluru?

Los Anagu consideraban que subir a la cima de Uluru era una profanación. A mediados de los años ‘80, el gobierno australiano devolvió el monolito a sus propietarios originarios. Pero los turistas seguían escalando. Las autoridades, temiendo que bajaran los ingresos y el interés de los viajeros, lo permitieron, hasta que el Consejo del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta realizó una campaña de concienciación, advirtiendo con señales en el itinerario que subir el Uluru implicaba una ruptura de las leyes sagradas.

Los últimos visitantes

Los días precedentes a su cierre definitivo, Uluru se llenó de visitantes, cientos de personas accedieron a la masa rocosa y subieron a la cima. Tras ello, los letreros fueron cambiados por otros en los que se prohibía el acceso, desmontándose las barandas que ayudaban a realizar el ascenso. Uluru ya no podrá ser visitado por los turistas, pero hay muchos otros lugares ligados a la cultura aborigen que permanecen abiertos al público. Aprender de su cultura, es también aprender a respetar sus creencias.

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