¿Qué riesgos tiene la presencia de arsénico en el agua?

Eliminar arsenico del agua

La presencia de arsénico en el agua puede hacerla no apta para el consumo humano. Por suerte existen soluciones muy eficaces para eliminarlo.

El arsénico es un elemento natural de la corteza terrestre. Cuando el agua fluye por formaciones rocosas en las que está presente, el arsénico puede disolverse y alcanzar acuíferos subterráneos, ríos u otras fuentes de agua potable. En algunas zonas del planeta se ha detectado arsénico en niveles muy altos, suponiendo una amenaza para la salud pública.

En España, las zonas donde se han detectado mayores concentraciones de este contaminante silencioso son Galicia, Asturias y León, así como la zona de Levante. La erosión y el desgaste, pero sobre todo, la sobreexplotación de acuíferos provoca que el arsénico pase del suelo a las aguas subterráneas.

¿Cómo eliminar el arsénico del agua?

Afortunadamente, hoy en día existen soluciones eficaces para eliminar el arsenico en el agua. GEH Wasserchemie es pionera y líder en el tratamiento del agua potable a base de hidróxido de hierro granulado. Ellos son los inventores de esta solución innovadora que aglutina los metales pesados y otras impurezas y es capaz de eliminarlos del agua, por lo que se emplea para el tratamiento de agua potable, de aguas residuales y para la producción de agua de proceso en la industria alimentaria. También permite producir agua potable a partir de aguas subterráneas.

El GEH® 102 elimina las sustancias peligrosas del agua de manera selectiva, pero mantiene el contenido natural de minerales y oligoelementos. Es un tratamiento muy ventajoso y seguro, ya que no requiere almacenar ni manipular productos químicos ni produce residuos contaminantes.

Es importante confiar únicamente en soluciones eficaces con resultados probados. En el caso del arsénico no sirven remedios caseros como hervir el agua contaminada, ya que no solo no elimina el arsénico sino que puede aumentar sus niveles.

¿Cómo afecta el arsénico a la salud?

Aunque el arsénico se emplea en multitud de productos de consumo así como en herbicidas; se trata de una sustancia muy tóxica, que en su forma inorgánica. Una exposición prolongada a agua o alimentos contaminados con ella supone un grave riesgo para la integridad de las personas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece el límite recomendado de arsénico en el agua potable en 10 µg/L. Por encima de estos niveles, una exposición prolongada a través del consumo de alimentos o agua contaminados por arsénico se ha asociado al aumento de los casos de ciertos tipos de cáncer, así como con enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Los niños son especialmente susceptibles a niveles elevados de arsénico en el agua. La exposición intrauterina y durante los primeros años de vida puede llegar a afectar negativamente al desarrollo cognitivo e incluso aumentar la mortalidad infantil.

Los primeros síntomas de la exposición a altos niveles de arsénico se pueden detectar a simple vista: cambios de pigmentación en la piel, úlceras y lesiones cutáneas, durezas y callosidades en las palmas de las manos o en las plantas de los pies. Además, puede provocar dolor estomacal, náuseas, vómitos y diarrea.

Por lo tanto, es fundamental contar con soluciones eficaces para la eliminación del arsénico del agua, tanto si se vive en zonas que tienen sus fuentes de agua potable afectadas, como para la fabricación de bebidas, alimentos u otros productos para el consumo humano.

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