Jamón Serrano, el mejor aperitivo para el paladar

Jamón Serrano

Tomar un buen vino acompañado de una tapa de jamón serrano es uno de esos placeres que todos deben probar en la vida. El jamón serrano es un producto muy español y que contiene nutrientes muy saludables. Saber apreciar y distinguir los diferentes tipos de jamones serranos es perfecto para poder disfrutar siempre del mejor sabor para el paladar. 

El jamón serrano procede de un cerdo de raza blanca. El jamón serrano es un jamón salado y curado que posee propiedades muy nutritivas. Es un alimento que, además de su estupendo sabor y textura, es rico en proteínas fácilmente asimilables, en minerales como el calcio, fósforo, zinc, hierro, magnesio y potasio. Además, también aporta vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B6) así como vitamina D. Su denominación como jamón serrano se debe a que la curación del mismo se realiza en las sierras, ya que el clima frío y seco facilita su curación. Los Jamones Serranos tienen tres denominaciones que varían según el tiempo de secado de los mismos: Bodega, cuando la curación va de 9 a 12 meses; Reserva, cuando la curación está entre los 12 a 14 meses; y Gran Reserva, que incluye curaciones de 15 meses o más.

Los jamones serranos cada vez se incluyen más en la mesa como una opción rica y saludable para el aperitivo, también para acompañar a otros platos, así como para los tradicionales bocadillos de la media mañana o la merienda. Su intenso sabor y su especial paladar son muy solicitados por todos los consumidores porque además es un alimento bastante saludable. 

Existen en el mercado diferentes variedades de jamones serranos, y cada uno de ellos será el más adecuado para cada consumidor. Un buen jamón serrano es un aperitivo perfecto, y acompañado de un buen vino, será ideal. 

Cada consumidor, en función de sus necesidades de consumo, gustos y bolsillo podrá optar por alguno de estos tipos de jamón serrano, y con seguridad de que acertará en su adquisición. La materia prima con la que se elaboran estos productos es de la mayor calidad, cerdos criados y alimentados en entornos naturales únicos. El saber hacer de los maestros jamoneros y el clima de la sierra hacen el resto para poder disfrutar de un producto único y con un sabor tan especial.

Diferentes tipos de Jamón Serrano

Jamón Serrano Gran Reserva

Es el producto estrella de cualquier secadero de jamones serranos, puesto que su curación se aplaza hasta los 18 meses y se trata con mucho mimo desde el inicio de su curación. Son piezas que pueden llegar a alcanzar los 8 kilos de peso. Su sabor, teniendo en cuenta la materia prima y los meses de curación, es realmente inigualable. 

Jamón Serrano Reserva

Estos jamones tienen un sabor único y muy reconocible, bastante apropiado para su período de curación. Normalmente se curan durante un tiempo que varía entre los 13 a 16 meses y su peso no suele exceder los 8 kilos. Suelen usarse las mejores patas del cerdo y se salan y secan con sabiduría para que su sabor sea el más agradable.

Jamón Serrano Bodega

En este caso, estas piezas son las que menos tiempo pasan en el secadero, alrededor de un año, aproximadamente. Sin embargo, el hecho de estar en el secadero durante menos meses no implica en absoluto que su calidad merme. Se suelen elegir las patas de jamón más adecuadas para ello y las piezas rondan los 7 kilos y medio como máximo de peso. A pesar de ser los hermanos pequeños de los anteriores, los jamones serranos de bodega son estupendos para el consumo del día a día, y destacan por sus matices gustativos y por una textura más que conveniente.

Además de los jamones serranos también se pueden adquirir productos como embutidos serranos (lomito serrano o lomo serrano reserva DUROC) y paletas serranas.

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