La importancia de contratar un seguro: ¿qué tipos existen?
Cuando pensamos en contratar un seguro nos enfrentamos a una sensación de reticencia puesto que, tradicionalmente, los seguros, en cualquier modalidad, se interpretan como un gasto obligado al que difícilmente se le encuentra utilidad. Sin embargo, esta percepción es errónea, puesto que un seguro nunca es un gasto, sino una inversión.
¿Por qué una inversión? Porque es la forma de proteger aquello que nos importa ante cualquier imprevisto, accidente o riesgo. Las personas solemos pensar que este tipo de disgustos inesperados nunca nos van a ocurrir, pero es mejor estar preparados, porque si ocurren, nuestro seguro nos servirá como cobertura para superar la situación y reparar los daños.
Existen varias compañias de seguros de España de conocido prestigio y demostrada solvencia, como la compañia aseguradora www.fidelidade.es, que ofrecen diversos tipos de seguros Vamos a explicártelos detalladamente para que los conozcas, una información que te será útil si necesitas contratar alguno de ellos.
Contenido
1. Seguros personales
Los seguros personales son aquellos que abarcan todos los riesgos que puedan afectar a la vida, salud o la integridad física del titular de la póliza.
• Seguro de vida: este seguro sirve para cubrir a los indicados como beneficiarios en caso de muerte o invalidez permanente del asegurado. Es común en familias en las que uno de los cónyuges, o ambos, contratan un seguro de vida para proteger y asegurar el bienestar de sus hijos.
• Seguro de accidentes: es el que asegura tanto el tratamiento médico como la ayuda económica necesaria en caso de que el titular del seguro sufra un accidente que le cause lesiones o algún tipo de incapacidad de carácter permanente.
• Seguro de salud: es el seguro en el que la póliza contempla los gastos de ciertos tratamientos, hospitalarios y farmacéuticos del asegurado.
• Seguro de dependencia: si el titular sufre alguna limitación psíquica o física que le impida realizar acciones cotidianas del día a día y requiere de la ayuda de un profesional, el seguro cubrirá los gastos oportunos y acreditados.
• Plan de pensiones: se trata de un producto de ahorro suscrito mediante una póliza mediante la cual el asegurado realiza aportaciones económicas voluntarias con el objetivo de complementar la pensión correspondiente tras la jubilación.
2. Seguros de daños o patrimoniales
Los seguros de daños o patrimoniales son, quizá, los más conocidos, puesto que están a la orden del día. Abarcan desde el seguro de vivienda o coche hasta los riesgos ante deudores insolventes. Son aquellos que cubren los potenciales daños sobre los titulares causados por terceros.
• Seguros de Responsabilidad Civil: es el seguro que, básicamente, cubre el riesgo de reclamación de indemnizaciones. En este punto también existe el seguro de responsabilidad civil locativa. El seguro de RC locativa incluye una cláusula en la póliza por la cual se cubre al asegurado de las indemnizaciones derivadas de su responsabilidad en daños ocasionados en un local o nave alquilada donde desarrolle se actividad comercial.
• Seguro de incendios: tal y como su nombre indica, es el seguro que cubre los gatos de los daños ocasionados por un incendio en el local, nave, inmueble u objeto que está incluido en la póliza.
• Seguro de vehículo: en este caso, el objeto asegurado es un vehículo de transporte, como un coche, un furgón o una motocicleta, entre otras posibilidades. Con el seguro de vehículos se garantiza una cobertura ante posibles accidentes que causen daños al propio vehículo o a terceros.
• Seguro contra robos: cubre todos los gastos derivados de un robo sobre las pertenencias que el asegurado haya incluido en su póliza, siempre y cuando el delito ocurrido se pueda acreditar debidamente.
• Seguro de transportes: este tipo de seguros cubren los daños que se puedan ocasionar a objetos, mercancía o pertenencias durante un transporte llevado a cabo por terceros. Es un seguro común cuando se realiza una mudanza y se necesita de un vehículo grande para llevar todo lo que deseamos a la nueva vivienda. También suelen contratarlo las empresas que, por su actividad, necesitan trasladar mercancía entre diferentes puntos.
• Seguro de ingeniería: es un seguro necesario para cubrir los potenciales riegos en la maquinaria y obras o accidentes que puedan ocurrir en el marco del sector de la construcción.
• Seguro de crédito: el seguro de crédito es aquel por el que la aseguradora se compromete a cubrir el riesgo de pérdidas a causa del no cumplimiento de su deber por parte de los deudores, siempre que se pueda acreditar la insolvencia total de estos últimos.
3. Seguros de prestación de servicios
Estos seguros son el compromiso adquirido por parte de la aseguradora para ofrecer un servicio concreto al titular de la póliza en caso de necesidad.
• Seguro de defensa jurídica: la empresa aseguradora debe cubrir los gastos derivados de un proceso judicial en el que el asegurado esté involucrado, siempre que sea una causa judicial, administrativa o arbitral.
• Asistencia en viaje: la cancelación de vuelos o pérdidas de equipaje son imprevistos a la orden del día, por lo que los seguros de asistencia en viajes se cubren los riesgos que se contemplan antes y durante un viaje.
• Seguro de decesos: este seguro es el que cubre todos los gastos que conlleva el fallecimiento de la persona titular. Desde los trámites tras la defunción hasta el entierro, dependiendo de los servicios incluidos en la póliza contratada.
Como podemos observar, existe una gran variedad de tipos de seguros, cada uno dirigido a cubrir una necesidad ante riesgos derivados de diferentes situaciones o actividades. Lo fundamental para el potencial contratante es investigar a fondo qué seguro se adapta más a sus necesidades y qué compañía podrá ofrecerle el mejor servicio.