Los Alpes Franceses, destino ideal también para el verano

Alpes Franceses

¿Por qué a veces solo pensamos en los Alpes Franceses como un destino invernal? ¿Por qué a algunas personas se les olvida que el esquí es una actividad perfecta para practicar también en verano? Conocer los Alpes Franceses con Esquiades.com es una interesante opción que podemos barajar para esta temporada estival. Vamos a ver algunas razones de peso. 

Elegir este destino es elegir esquiar en las mejores pistas del mundo. Y hacerlo en una época en la que las temperaturas nos van a acompañar y a hacer más agradable la experiencia. Además, en verano suele haber ofertas interesantes que no encontraremos en invierno, la época tradicional para esquiar. Además, durante estos meses las estaciones están menos congestionadas y podremos estar más agusto sin tanta concentración de gente. 

Durante el verano, los Alpes se tiñen de un brillante verde, un escenario ideal  para pasear rodeados de naturaleza, hacer una ruta de senderismo o conocer las montañas y lagos de la zona. Como no, sin olvidarnos de disfrutar de la gastronomía francesa.

Además de practicar deportes de aventura, si viajamos a los Alpes Franceses no podemos dejar de visitar sus mágicos pueblecitos con vistas a las montañas. En verano, sus calles tienen mucho ambiente, las terrazas están llenas de gente y los balcones repletos de flores. Algunas de las paradas obligadas son Chamonix, Saint-Jean-d’Arves o Annecy, la conocida como pequeña Venecia de los Alpes. Un poco más al sur tenemos Nyons, un pueblo medieval con una gastronomía única. Destaca su famosa aceituna negra. Se la conoce como tanche y está considerada como una de las mejores aceitunas de Francia. Se puede tomar sola o en tapenade en el aperitivo. Todo un clásico de las mesas provenzales.

Otro emblema de la gastronomía de la zona es el queso. Lo cierto es que no existe un queso alpino como tal sino toda una gama de especialidades regionales. La raclette por ejemplo es un auténtico manjar. Tampoco podemos dejar de probar la Tartiflette, plato típico de Saboya que consiste en un gratinado de patatas con queso reblochon, cebollas, bacon y crème fraîche.

Aunque en verano no tengamos nieve, los pueblos alpinos también tienen mucho encanto en esta estación. Podremos contemplar paisajes completamente diferentes a los del invierno con colores intensos.

Ruta por los viñedos de Rhône-Alpes, otras de nuestras paradas 

Como no va a ser todo esquiar, no podemos pasar por alto que en la zona de los Alpes Franceses hay más de 38 denominaciones de origen vinícolas. Tenemos también el “Hameau du Vin”, el primer parque enológico de Europa. Ocupa 30.000 metros cuadrados y recibe 100.000 visitantes al año. Este museo nos presenta el vino a través de la historia y todas las fases de elaboración. La visita incluye juegos para niños, vídeos y animaciones interactivas. Los visitantes podrán descubrir todas las fragancias y aromas del vino.

Visitas obligadas en los Alpes Franceses

  • Annecy: se la conoce como “la Venecia de los Alpes”. Esta ciudad medieval está situada al pie de un lago turquesa. Destacan sus callejuelas empedradas, soportales y canales.
  • Chamonix-Mont-Blanc: al pie del Mont-Blanc, el pico más alto de los Alpes con 4.810 metros de altitud, destaca por su ambiente con esquiadores, snowboarders y alpinistas. En verano, podemos hacer escalada, senderismo o esquí en sus glaciares.
  • Aiguille du Midi y Mer de Glace, Chamonix-Mont-Blanc: la llamada Aguja del Mediodía es un pico perteneciente al macizo del Mont-Blanc con una altitud de 3.842 metros. Hay que subir en teleférico desde Chamonix y después coger un ascensor. Desde allí se puede descender esquiando hasta el glaciar Mer de Glace. Al Mer de Glace podemos acceder en el tren de cremallera de Montenvers. 
  • Megève: este pueblo destaca por su pequeño tamaño y su alto nivel de vida. La zona pertenece al dominio Evasion Mont-Blanc, con más de 400 kilómetros esquiables y unos paisajes de ensueño. 
  • Tignes: en verano, el glaciar de La Grande Motte, a más de 3.600 metros de altitud, es una interesante alternativa para practicar todo tipo de actividades de montaña.
  • Conflans: es un pequeño pueblo medieval elevado sobre la ciudad olímpica de Albertville. Destacan sus impresionantes vistas y su delicioso tartiflette, plato típico preparado a base de patata, queso reblochon y beicon.
  • Mont-Cenis: en la frontera entre Francia e Italia, en invierno destaca su paisaje nevado y en verano el verde de las colinas y el azul del lago.
  • Grenoble: ciudad universitaria al pie de los Alpes con una buena oferta de ocio. Se puede visitar la antigua fortaleza de La Bastilla subiendo en unos teleféricos rojos de cristal en forma de huevo.
  • Les Saisies: estación de esquí en invierno a la que podemos viajar de la mano de Esquiades. Destaca su zona recreativa de deportes de montaña con un gran abanico de actividades para el verano. Podemos esquiar, hacer parapente, senderismo o bicicleta de descenso.

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