“The Black Holes” de Borja González, el cómic español del año

The Black Holes borja gonzalez

Borja González es uno de los dibujantes más sorprendentes del aclamado arte del cómic español. Un estilo muy personal, manda el escritor, construye un universo personal creando sensaciones en una obra que es para sentir, más que para leer.

Hace 2 años publicó su primera novela gráfica: “La reina orquídea” (El verano del cohete), un cómic muy diferente ya que, detrás de su apariencia de cuentos de hadas, era una aguda reflexión sobre la creatividad. Ahora confirma su gran talento en “The Black Holes”, una historia sobre un grupo de jóvenes que quiere montar un grupo de punk.

El escritor cuenta que en este cómic quiso experimentar muchas cosas y agregar otras que se habían quedado atrás en su obra anterior, él cuenta:

“Este libro –continúa el autor- nace de todas esas pequeñas cosas que me dejé en el tintero y que surgen de un estado de ánimo que tenía sobre 2015-2016. Un cierto desarraigo de la realidad que vivíamos en ese momento. Cierta desconexión. Y de ahí surgieron tanto La reina orquídea como The Black Holes que es, yo creo, donde he conseguido plasmar parte de esa sensación de desarraigo y ansiedad”.

Borja González
The Black Holes

Temática del cómic

Narra la historia de tres jóvenes: Gloria, Laura y Cristina, que en el 2016 quieren montar una banda de punk, llamada The Black Holes.

El libro, a pesar de que sea un cuento fantástico protagonizado por mujeres de distintas épocas, es totalmente autobiográfico. Todos los personajes tienen algo de mí y de lo que me rodea, confiesa Borja.

En el cómic se mezclan el pasado y el futuro porque son dos historias, en realidad. El grupo punk se mezcla con la historia de Teresa, una joven de 1856 que parece sacada de una novela de Jane Austen, según palabras del escritor:

“No sé qué parte vino antes y cual después –asegura Borja-. Pero quería reflejar esa especie de ruptura temporal, cierto traspase de ideas. Por eso ubico una de las historias en 1856”.

Borja González

Los personajes de 2016 miran al pasado, mientras que la protagonista de 1856 mira hacia el futuro. Los personajes se relacionan y hay una conexión entre ellos. El escritor asegura que quiere relacionar las historias que fueran casi como un sueño y que el lector no tuviera claro si lo que estaba leyendo era real o no.

Visualmente el cómic muestra escenarios góticos, mezclados con el aire solitario de los suburbios norteamericanos de las películas de los años 80.

Los personajes carecen de rasgos faciales, no tienen cara, su reto era dotarlas de una gran expresividad. El escritor no nos da todo por sentado, por eso hay que leerlo disfrutando, perderse por sus páginas, sentir a los protagonistas que se pierden por el bosque como si estuviéramos allí.

Es una obra que apasiona, llena de magia, que resulta muy absorbente y enigmática. Invita a reflexionar sobre la nostalgia, entrelazar las herencias del pasado y presente.

Lo edita Reservoir Books, presentando el libro entre sus últimas recomendaciones.

¡Una historieta increíble presentada el año pasado que debemos leer por ser uno de los mejores cómics de 2018!

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